viernes, 7 de septiembre de 2007

Otra tierra


Y a mí que esta frase siempre me ha resultado demasiado lapidaria... La foto está tomada la penúltima noche en Málaga, y aquí estoy, en Montpellier, en Francia, buscando otra tierra, y no otro mar porque es el mismo, pero intentando hacerme el oído al francés.

He llegado este mediodía, hace unas doce horas, y la verdad es que estoy agotada pero contenta. Esta ciudad me ha sorprendido y me ha gustado. Muchos parques, mucha gente joven, rincones bastante curiosos y una vida cultural que estoy deseando conocer a fondo. ¡Yo aquí aprendo francés seguro! Y no será por la cultura, si no más bien por mi casera, Fathia, que habla muchísimo y todo el rato, y a una velocidad de vértigo.
Menos mal que también sabe inglés y algo de español, y la verdad es que nos entendemos perfectamente. Me corrige lo que digo y me enseña el subjuntivo a la vez que las calles del barrio antiguo. Vamos, que hoy ha sido agotador. Ella se ha portado muy bien, me ha recogido de la estación, me ha enseñado la casa, muy bonita, con muebles de Ikea, el barrio, muy moderno el Antigone éste, hecho por Ricardo Boffil, el arquitecto, la ciudad, y ha hecho quiche para cenar, de salmón, más rica (es que no había comido más que un sandwich mixto en todo el día) y me ha dado su clave de wifi, ¡qué más se puede pedir!

Así que aunque esté a unos 1.500 kilómetros de casa, pues podré contaros cosillas y hablar con vosotros (aprenderá mi madre a usar messenger? todo es posible). Y actualizar este blog con fotos. Hoy toca esta frase, mañana pondré alguna que tengo con Fathia, y ya os iré poniendo al día.

Lo dicho, venimos a otra tierra con mar, pero vosotros estaréis en mi siempre, un besote a todos.

No hay comentarios: